Por: Jorge Mariano Rodríguez (Barranquilla)
Quemas, bloqueos e incendios provocados por el pésimo servicio de energía, el plato diario en la Región.
Literalmente no hay que decirlo de otra manera: la empresa Electricaribe está incendiando a la Costa Caribe colombiana.
Con su cada vez pésimo servicio la empresa mantiene incendiado, de manera peligrosa e irresponsable, el ánimo de los usuarios.
Diariamente se registran protestas, bloqueos, quemas de llantas y hasta asonadas que, sin querer justificarlas, tienen su origen en el nefasto servicio de energía.
Y cuando no son los usuarios con los ánimos incendiados, es la misma empresa la que, con propio e ineficiente sistema, provoca fuertes oscilaciones de voltaje que generan la quema de todo tipo de electrodomésticos, sin que le responda a los afectados por los daños causados, a no ser que ellos tengan que someterse a los complacientes ‘carruseles’ burocráticos que, paradójicamente, nunca le dan la razón a las víctimas sino al victimario, en este caso a Electricaribe. Sin merecerlo, ni justificarlo.
Es el caso de la Superintendencia de Servicios Públicos Domiciliarios, convertida más bien en un atractivo fortín burocrático, por demás politiquero, electorero y mochilero, y cuya visión, misión y objetivos son cada vez más cuestionados. Y por qué no, también sospechosos.
Por eso, lo sucedido en Nonna Rosa, en el norte de Barranquilla, parecería como la ‘Crónica de una tragedia anunciada’, que por fortuna no registró víctimas fatales.
Es tan deficiente e ineficaz la operación de Electricaribe que cada vez que cae una gota de agua, la ciudad de Barranquilla y en general la Costa Caribe, se vuelven un caos.
Apenas cae la primera gota de lluvia estallan los transformadores, se caen las redes, otras se asemejan a una bien prendida cartilla de triqui traquis y, finalmente, se va la luz, y el agua, se apagan los semáforos, en fin, el caos total.
Fue lo que ocurrió en el sector del Parque Washington cuando, en medio de un mínimo rocío, se produjo un incendio de gran magnitud, desnudando no solo la pésima calidad del servicio sino la manera irresponsable como se viene prestando el mismo, poniendo en riesgo la vida ciudadana y ocasionando daños materiales de gran proporción.
Previamente, el Primero de Mayo en sectores como Ciudad Jardín se registraron estallidos en serie de transformadores y la atención desde las líneas al cliente, no fue la mejor.
Definitivamente, nada ha cambiado de Electranta a Electricaribe en materia de prestación del servicio, pero, eso sí, las facturaciones cada vez aumentan, astronómicamente, sin justificación alguna, causándole una grave lesión al bolsillo caribeño.
Muestra de ello son los indebidos y multimillonarios cobros que, de manera casi delictiva, ha venido realizando Electricaribe, facturando inversiones en redes que nunca construyó en las viviendas gratis en la Costa Caribe. ¿O es que esa es otra forma de incendiar los ánimos?
Lo que los directivos de Electricaribe deben explicar, públicamente y sin más excusas, es por qué cobran por lo que no les pertenece y por qué lo siguieron haciendo a pesar de las advertencias.
¿O es que acaso estamos frente a una gigantesca ‘piromanía eléctrica’? Siendo así, ojalá la Superintendencia de Servicios Públicos no se convierta en el Cuerpo de Bomberos de esa‘piromanía’, a menos que un ‘corto circuito’ tenga ‘apagado’ a este ente burocrático e ineficiente.